miércoles, 15 de octubre de 2014

DEMONIO: LA CAIDA

"Dale Barcley recorría las calles del Bronx con su taxi, como casi todas las noches. Pasear a las tantas le permitía evadirse de los problemas en casa. Hacia tiempo que Wendy le había dejado, y se había llevado a los niños con ella. La orden de alejamiento que habían interpuesto le impedía acercarse a ella menos de un kilómetro, debido a los supuestos maltratos que el había ejercido. 
Era una enorme mentira, pero Wendy jamás le perdonó su infidelidad, y ahora le hacia sufrir con todo lo que tenia. 
A estas alturas, ya no debería importarle un carajo. Hace tiempo que tomó la decisión de acabar con su vida para evitar este tormento. De hecho, ya no debería sentir ese dolor, pues el ser que ahora ocupaba el cuerpo del viejo taxista negro, jamás había sentido las tribulaciones del corazón humano en su ser. Sin embargo, allí estaba, sintiendo pena de Dale, Queriendo arreglar las cosas con su mujer, y deseando volver a abrazar a sus hijos.

Varael habia tenido que soportar un tormento mayor aun. Tras ser repudiado por Dios y traicionado por la humanidad. Pago toda su frustración e impotencia con aquellos de los que un día estuvo orgulloso de llamar hijos. con aquellos a los que había insuflado el aliento vital y a los que había protegido durante largo tiempo. 
Varael fue encerrado, junto con el resto de sus hermanos caídos, en la fría oquedad del abismo, un lugar donde jamas podrían volver a sentir el amor de su padre ni el de sus hijos. Y durante miles de años odió a todos y a todo, y poco a poco a si mismo, por haberse convertido en aquella criatura despiadada. Los siglos le hicieron recapacitar, y supo que jamás debió haberse apartado de Dios. Jamás debió haber intercedido con los hombres. Solo les habían ocasionado daño y dolor, y habían marcado su destino para siempre. 
Si tuviera una segunda oportunidad para redimirse, para demostrar lo que su corazón por fin había logrado entender. 
Y un día, las paredes del abismo se resquebrajaron, y veloz, salio por una de las fisuras, y volvió a notar el aire en la cara, el frío en los huesos y la felicidad en su ser... pero también descubrió la creación malograda, el dolor del ser humano, y lo peor de todo. Su padre ya no estaba allí. Había abandonado todo por lo que habían trabajado, dejándolo a su suerte. 
Dale sintió como las fuerzas profundas del abismo tiraban de él hacia el tormento eterno, y busco refugio en aquel lugar hostil. El llanto de aquel hombre le llamó la atención, y mientras observaba como esa persona besaba un retrato de unos niños antes de cortarse las venas de las muñecas, se introdujo en su cuerpo moribundo. El alma mortal quedó apartada, y ahora Varael poseía cuerpo físico y podía estar seguro de que el abismo no le reclamaría, pero entonces todos los sentimientos y experiencias de aquel ser humano, tomaron forma en su mente, y se dio cuenta de que ya no era Varael, pero tampoco era Dale Barcley: Ahora era ambos, y juntos debían hacer de este mundo un lugar mejor. 
Si él había conseguido escapar, muchos demonios le seguirían fuera del abismo, y no con buenas intenciones. Nueva York... el mundo estaba en peligro de nuevo, y ahora Varael, ángel de la segunda casa, Azote entre los demonios del abismo, debía expiar sus pecados de una vez por todas."


Demonio la caída es un juego de rol perteneciente al universo de Mundo de Tinieblas de la editorial White Wolf. En él, encarnas a un caído, un ángel que desobedeció a Dios y que por eones pagó su insubordinación encerrado en el Abismo: el infierno.
Ahora los muros del Abismo se han roto, y escapando de allí, usurpas un cuerpo humano para poder vivir, absorbiendo todos sus conocimientos y su personalidad. 
Ahora, de nuevo en el mundo, este se antoja extraño, carente de fe, con una sociedad que desprende maldad por todos los poros de su piel. Quizá tu cometido sea salvarla, o quizá ya hayas luchado en suficientes batallas y lo único que quieras sea disfrutar de tu libertad. Decidas lo que decidas, Dios ya lo había previsto en su enorme plan, y tú, un pequeño caido, eres una pieza muy importante de la historia

miércoles, 1 de octubre de 2014

Enjoy the silence

Pocas canciones me inspiran tanto como esta que hoy os presento.



Hace ya algo de tiempo, salí con mi hermana a dar una vuelta con la bicicleta. Decidimos salir de la urbe y perdernos por los caminos de tierra que salían hacia los exteriores de la ciudad y conducían a las localidades cercanas.

Llegó un momento en que nos perdimos, estábamos cansados de dar pedales y el sol nos hacia sudar de lo lindo.
Y sin embargo, y a pesar de todo esto, no podía ser más feliz. El viento golpeando mi cara, las preocupaciones de la vida tan lejanas y distantes que parecían no existir. Solo necesitaba seguir acelerando por aquellos recónditos caminos, vacíos de nadie más que nosotros dos. Era tan mágico.

Y entonces, una canción vino a mi mente.
All I ever wanted
all I ever needed
is here, in my arms
Words are very unnecesary
they can only do harm

Sin darme cuenta, comencé a cantarla en voz alta. Mi hermana me miro y sonriendo, me dijo: es lo que yo pensaba.
Aquella canción reflejaba perfectamente los sentimientos que los dos habíamos experimentado aquel día. Porque aun estando juntos, cada uno había conectado con sus pensamientos más profundos.
Soy un gran amante de las caminatas, he hecho el camino de Santiago dos veces, varias rutas de senderismo y tengo entre mis proyectos futuros, ser guía de senderos. Si algo me ha enseñado esto, es que no hay mejor manera de recorrer un camino, que en solitario.

Como digo bastantes veces en este blog, la vida es un camino. Solo podemos saber de donde venimos, pero nunca a donde vamos. Tomar constancia de ese hecho de transito, es muy importante para nosotros. Es comulgar con nuestros deseos, con nuestras expectativas para el futuro que nos aguarda, con aquellos objetivos que decidimos descartar, con las decisiones erróneas y acertadas que tomamos.
La mejor manera de llegar a este hecho, es estar solo, y conversar contigo mismo.

Luis Malibrán, un genial fotógrafo, decía que para él, lo más interesante de una persona, era ese momento en que su mirada se perdía en el horizonte y se sumía en sus pensamientos, ya que era el único momento en que esa persona era ella misma, sin condicionamiento ninguno. Sin tener que comportarse en relación con los otros, o con las circunstancias que la rodean.
Solo cuando nos miramos a nosotros mismos, cuando nos permitimos pensar libremente en lo que somos y por que somos así, podemos aceptarnos, querernos tal y como somos, y plantarle cara a la vida.

Para mi, eso es lo que viene a decir esta canción. Todo lo que he buscado, todo lo que necesitaba, esta aquí, en mis manos. Todo lo que somos y seremos, depende enteramente de nosotros. No hay más. Depender de los demás, romper esa ley básica que nos individualiza, es perder la oportunidad de llegar a ser en acto, lo que somos en potencia. No podemos buscar en los demás, lo que debemos encontrar en nosotros mismos. Si es cierto que las relaciones humanas pueden ayudarnos a crecer, a ganar confianza y ha seguir adelante, pero las decisiones han de ser propias.

Pero yo no estaba solo aquel día. Mi hermana me acompañaba. Y sin embargo, puedo afirmar sin temor a equivocarme, que ella pensaba lo mismo que yo: Words are very unnecesary, they can only do harm. No hacían falta palabras en ese instante. Estábamos conectados mucho más allá de los signos del lenguaje. Dicen que una mirada vale más que mil palabras. Yo opino igual. Hay mil formas de empatizar con una persona, de saber lo que siente sin ni siquiera tenerla delante.
Aquella fue una experiencia que me alegro de haber podido compartir, sin decir ni una palabra, con el único sonido de la arena bajo las ruedas y del aire golpeando nuestros oídos. Quien puede expresar con palabras lo que solo se puede expresar con el corazón.


La semilla de la Felicidad

Bueno, aprovechando que hace tres años que no subo nada al blog (ya me vale), he de decir que tengo muchas más cosas que contar.
En estos tres años me ha dado tiempo de hacer muchísimas cosas: Terminar los estudios universitarios, hacer el camino de Santiago dos veces, ver mucho cine, hacer mucho teatro, etc.

Sin duda hay un montón de recuerdos que me gustaría compartir con vosotros, pero creo que uno de los que más me gustaría mostraros, es mi primer trabajo como director.
Se trata de un corto que realizamos en tercero de carrera, hace ahora dos años. El profesor nos dio un tema a priori muy sencillo: Un mundo mejor es posible.

En clase surgieron mil ideas que podrían mejorar el mundo. En nuestro grupo de trabajo también: Desde hacer un documental sobre un hombre real que todas las semanas donaba la mitad de su sueldo para ofrecer a los pobres un desayuno digno, hasta el rodar un corto de ficción, narrando las ideas reales de diferentes personalidades de diversos ámbitos, que estarían orientadas a mejorar el mundo.
La verdad es que yo no creía que mi idea fuera a gustarles, pero se lo comente: ¿Por que no contamos una historia sencilla?¿Nos arriesgamos a mostrar que un pequeño gesto puede cambiarlo todo?
¿Un gesto como cual? QUIZÁS ENTREGAR UNA FLOR. Un señor ha perdido a su esposa. Es algo terrible, espantoso, y nada de lo que la gente que le rodea pueda hacer, hará que la olvide, pero nosotros le entregamos una simple flor, en un gesto de empatía, de solidaridad, ya que aunque no nos conozcamos de nada, puedo comprender tu dolor.

Para mi sorpresa, todos empezaron a pensar en otras situaciones en las que podría suceder ese pequeño gesto de entregar una flor. Teníamos una idea. Me dejaron construir la historia, sin presiones, y he de decir que se lo puse difícil al equipo de producción, que supo apañárselas extraordinariamente bien. Con una banda sonora inmejorable compuesta específicamente para el corto y unos actores profesionales que nos brindaron su mejor actuación sin cobrar nada.

La experiencia fue muy gratificante, y yo me llevé un montón de recuerdos imborrables, que me hicieron crecer en el mundillo del cine.
Sin más os dejo con La Semilla de la Felicidad.






Espero que hayáis disfrutado con el fruto de nuestro esfuerzo, y que al menos os haya hecho sacar alguna emoción. Una pequeña lagrimilla que se queda en el ojo, o una sonrisa de complicidad.

Creo que lo mejor de este corto, fue que pude pararme un momento en el camino de mi vida, y pensar, que un mundo mejor si es posible.


martes, 30 de septiembre de 2014

Razón-Sentimiento-Conocimiento

El otro día en clase, surgió un tema bastante interesante que voy a exponer aquí, con mis propias conclusiones claro.

Hablamos primero de la razón, como capacidad del ser humano para conocer la realidad que le rodea.

El acto de usar la razón, obviamente, es razonar, o racionalizar, proceso que consiste en actuar usando la razón, conforme a la realidad que tenemos delante.
Por tanto, y viendo esto, podemos sacar en claro que para razonar, o racionalizar, el hombre debe conocer la realidad, y la única manera de conocerla, es adecuarse en todo momento a ella. No podemos conocer a Mozart según las matemáticas, sin embargo, si podemos acercarnos a él si conocemos la época en que vivió, el modo de pensar de aquellos años, el tipo de música que componía y las escalas que utilizaba, etc.

La segunda parte, consistió en la moralidad, o en otros términos: el sentimiento.

La moralidad, está estrechamente ligada al comportamiento, y el comportamiento siempre está ligado a los demás, es decir, tú te comportas de una manera u otra dependiendo de con quien estés, y de en qué situación te encuentres. Por tanto, en el comportamiento humano, siempre actuamos desde un punto de adhesión con los otros. Lo más bonito que puede darse dentro de este campo, es lo que el profesor estipuló como fe, y que yo humildemente designaría como confianza. La confianza en los demás. La Fe así entendida, es fiarse del otro, y para poder llegar ha fiarte, ha de haberte dado muestras de confianza, signos que te hagan fiarte de esa persona, signos que obtienes de la realidad, por tanto, son signos que has de racionalizar, y extraer del mundo real.

Estos conocimientos que extraemos del mundo físico, real, nos llegan en forma de experiencias propias o de terceros (Desde historias que nos cuentan, hasta libros que leemos). Hay ciertos conocimientos, conocidos como certezas. Las certezas son importantes, ya que son hechos que se aceptan como validos siempre.  Son evidencias irrefutables que todo el mundo, tenga estudios o no, conoce. Leyes no convenidas, y que todo el mundo da por sentadas.

De nuestro estudio de los signos en el mundo real a través de los juicios de razón, de la racionalización, logramos extraer estas certezas.

Ahora bien, si los científicos, filólogos, matemáticos, etc. opinan sin ninguna duda, que para obtener un conocimiento puro de la realidad, hay que apartar el campo de los sentimientos, para que no enturbie nuestro conocimiento sobre el objeto ¿Cómo el ser humano, cargado con todas estas emociones, con todas estas vivencias que le condicionan, con todos estos gustos que le individualizan del resto, etc. va a poder ejercer un juicio sobre un objeto y llegar a un conocimiento puro sobre él?

Sería imposible. Quizá no en el campo de las matemáticas, o en la música, pero os equivocaríais también, ya que son los sentimientos, los que nos permiten interactuar con la realidad.
Esto es algo complicado de entender de primeras, pero fácil de explicar: Si a ti no te gustan las matemáticas, da igual que sus problemas, ecuaciones etc. sean certezas, pues no las conocerás. Tus sentimientos hacia ellas son de aburrimiento, pesadez, y te impedirán por tanto aprenderlas o llegar hasta el fondo de ellas. Por otra parte, si te gusta dibujar, son los sentimientos de atracción o de gusto los que te harán querer aprender a pintar, a retratar, a utilizar diferentes técnicas de pintura...

Es por esto que los sentimientos nos hacen no llegar a un conocimiento puro sobre las materias del mundo, pero son los que nos animan a acercarnos a ellos, y los que nos instan a indagar para obtener esas certezas.

Se que habrá muchos que no estén de acuerdo con esto, y otros muchos que piensen que es una tontería, pero pensadlo fríamente. Constantemente hacemos juicios sobre todo lo que vemos, lo que nos pasa o lo que vemos que les pasa a otros. Enjuiciamos todo lo que nos rodea, lo que tenemos que hacer y lo que no debemos llevar a cabo. Es una locura, pero para cada persona, objeto o acción a desempeñar, tenemos una predisposición u otra, unos sentimientos u otros, y justamente eso que nos hace apreciar u odiar lo que nos rodea, eso que nos aparta quizá de cosas interesantísimas y nos hace acercarnos a otras poco recomendables, es lo que nos hace ser humanos, y en última instancia, ser nosotros mismos.

Es por ello que no hay que restarle valor a los sentimientos. Los procesos que se llevan a cabo sobre personas, sobre todo en cuerpos militares, pero también en muchas otras organizaciones, como las bandas norteamericanas y sudamericanas, o con los ejércitos de niños soldado, que tienen como objetivo matar las emociones, no solo nos hace incapaces de reaccionar con los otros, de usar nuestra moralidad, de tener esa confianza en los demás, sino que nos impide ser humanos, y nos convierte en poco más que unos animales que pueden pensar. Aun así, esa gente desarrolla otro tipo de moralidad, y puede llegar a sentir afecto por sus hermanos de armas o de banda o lo que sea, pero fuera de ese grupo reducido, se pierden lo más importante la vida, y serán para siempre fotocopias los unos de los otros.

Para poner punto y final a este tema, aunque tiene mucha miga y habrá mil personas que estén en contra de lo que he dicho, comentar que disfrutéis de vuestras virtudes y vuestros defectos, que viváis la vida como siempre habéis hecho, que os acerquéis a los demás y les deis vuestra confianza, porque el mundo ya está muy deshumanizado y es nuestro deber tender puentes. En un mundo en el que la tecnología une todos los puntos del mundo, y en el que gracias a ello deberíamos tener una consciencia más global, cada vez más se tiende a la unicelularidad, al alejamiento de los demás, y no podemos permitirlo.

Así que ya sabéis, parad un momento en el camino de la vida, y mirad a los lados, ya que no estamos solos.


domingo, 28 de septiembre de 2014

El trabajo del Master

Hace poco terminé una campaña de La llamada de Cthulhu  que había creado específicamente para mis jugadores.

Tenia muchas ganas de que la jugaran, y de ver que cara se les quedaba cuando descubrieran el final.
Sin embargo, como ya tenemos un rodaje en esto de los juegos de rol, y sabemos que los jugadores no siempre caminan por el camino que les hemos marcado, decidí, por si acaso, y solo por si acaso, estudiar que caminos diferentes podrían seguir, y plantear soluciones para, en caso de que hicieran lo contrario a lo que yo esperaba, poder volver a encauzarlos sin tener que cortarles las alas.

Cual fue mi sorpresa cuando, aun habiendo pensado en todos los caminos que podían haber cogido, y habiendo escrito diferentes sucesiones de la historia, según hicieran esto o lo otro, los jod+'¡' $%//(  decidieron inventarse otra solución completamente nueva, que a mi ni se me había pasado por la cabeza, y que era completamente lógica.

Rápidamente me tocó volver a poner la rueda en funcionamiento para pensar como salir del apuro y que los jugadores pudieran volver a la historia principal.

Al final la cosa fue bien, y los jugadores, satisfechos de que sus acciones e ideas aportaran continuidad a la trama, salieron bastante contentos, y se fueron a casa con una sonrisa en la cara y con mucha menos cordura en la mente.

Pasaron miedo, se divirtieron y consiguieron resolver el misterio con sus propias ideas.

Al terminar la campaña, le mostré a mi novia, todos los entresijos y misterios que había preparados, las partes que se habían saltado, y las que no estaban y a mi me había tocado improvisar.
Al ver la campaña completa, sus palabras fueron: Somos idiotas.

yo me reí, porque en aquel momento pensaba que era más fácil y mucho más lógico llegar a las conclusiones que yo había marcado, que a las que ellos habían llegado. Pero dándole vueltas, me di cuenta de que en eso consisten los juegos de rol. Los jugadores interpretan un papel, y no deberían salirse de él. Pero al fin y al cabo, esto es un juego, y los juegos son para divertirse y pasárselo bien.

Al plantearme diferentes soluciones que yo no había contemplado, me di cuenta de que cada uno piensa de forma diferente. Todos tenían los mismos datos, pero cada uno los interpretaba de acuerdo a su personaje. Por tanto, teníamos seis soluciones, una por cada jugador, para resolver el misterio.
Cada uno siguió su hipótesis y finalmente todas les condujeron hasta el encuentro final de la trama.

Y cuando lo comprendí, supe porque me gusta tanto ser master. Es aburrido que los jugadores no interactuen, que solo tiren dados y vayan de un punto al otro del mapa recogiendo pistas, sin plantearse que puede significar esto, o a que nos conducirá esto otro.
Al meterse dentro de la piel de sus personajes, y pensar como ellos lo harían, los jugadores se introducen de lleno en la trama. Disfrutan más las alegrías de sus investigadores al encontrar otra pieza del puzle, y se plantean seriamente si enfrentarse al horror cósmico que les espera al otro lado de la habitación y que seguramente acabe con sus vidas.

Y yo, como master, aunque en un primer momento sufra esas continuas salidas de la trama principal, esos cambios de decorados y esas preguntas que ponen en serios aprietos a mis investigadores, no puedo más que agradecerles por ponérmelo difícil, por hacer que no me relaje, por buscar ese hueco en el que yo he fallado y que hará que la próxima vez trabaje más duro y por hacerme disfrutar al ver como sus pequeños van creciendo a medida que todo sigue adelante.

Ah, y también he comprendido por qué los manuales oficiales no muestran diferentes soluciones a lo que puede ocurrir ¿Si los jugadores van a hacer lo que les de la gana, podemos plantear todos los caminos que se les va a ocurrir coger?  la respuesta es: no, para eso están los guardianes, ese es su trabajo.

viernes, 26 de septiembre de 2014

Pues nada!!
Después de tres años vuelvo al ruedo. Esta vez con la intención no solo de subir mis pensamientos y reflexiones, sino también de comenzar a colgar relatos e historias que espero os gusten y disfrutéis leyendo tanto como yo escribiéndolas.
Ya sabéis, tomad un descanso en el camino de la vida y contemplad lo maravilloso que es vivir.

domingo, 26 de diciembre de 2010

El Cuervo




Un hombre solitario vaga por los bajos barrios de una ciudad corrompida que ha olvidado hace mucho tiempo lo que significa la palabra humanidad. Él sabe que ya no pertenece a este mundo, pero tampoco puede desprenderse de él. la tristeza le consume, el saber que lo perdió todo y que no pudo defenderlo hasta la muerte le llena de ira. Su diabólico maquillaje dibuja una sonrisa en su cara, aunque por dentro llore finas lagrimas de amargura. El fantasma a vuelto del otro mundo a vengarse de todos aquellos que una vez se burlaron de lo que significa la vida. El cuervo regresa de la ciudad de los muertos.

Esta genial historia de venganza y balas, a simple vista puede parecer la típica historia con argumento insulso y geniales dosis de acción, pero mirándola de cerca, vemos que hay muchísimo mas. Su escritor, no dibuja viñetas abigarradas de una ciudad sucia, ilustra nuestras emociones mas oscuras, retrata toda nuestra pena y nuestra furia. El cuervo no es un comic, es un canto a la tristeza y a la vez una oda a la vida. Eric es ese superyo que siempre pensó en hacer las cosas de otra manera y que no se conformo mirando como ocurrieron los hechos, pero tuvo que esperar a estar muerto para darse cuenta de que toda su vida fue pasiva, mirando los males del mundo sin inmutarse pensando que eran problemas de otros. Reflexionar sobre lo que significa la palabra ayudar es una tarea difícil a la que todos nos tenemos que someter.

en palabras de un amigo de autor:

"Un día perderás todo lo que tienes.
Nada te preparará para ese día. Ni la fe, ni la religión...NADA.
Cuando muera alguien a quien
amas, conocerás el vacío...
Sabrás lo que es estar completamente solo.
Nunca olvidarás y nunca perdonarás
Los solitarios no suelen hablar de una manera tan íntima y
tan exhaustiva como lo hace James O'Barr en este libro.
Así que, por lo menos, aprende del cuervo esta lección:
Piensa en lo que puedes perder."
(John
Bergin)






Gracias James O´barr por tu gran aportación literaria.



imagenes cedidas por Gonzalo Balladares R.